8M
El 8M: Un Día para Celebrar la Lucha y el Avance de los Derechos de las Mujeres
El 8 de marzo no es solo una fecha marcada en el calendario, es un recordatorio poderoso y global de la lucha constante por la igualdad de género, los derechos humanos y la justicia social. El Día Internacional de la Mujer o 8M es una oportunidad para reflexionar sobre los avances que se han logrado, pero también sobre los desafíos que aún persisten en la búsqueda de una sociedad más equitativa y justa para todas las mujeres.
El Origen del 8M: Una Larga Historia de Lucha
El Día Internacional de la Mujer tiene raíces en la lucha obrera y feminista de principios del siglo XX. Su origen está estrechamente vinculado con los movimientos de mujeres que exigían mejores condiciones laborales, derecho al voto, y la igualdad de derechos en una época donde la opresión hacia las mujeres era una realidad diaria.
Una de las primeras conmemoraciones tuvo lugar el 28 de febrero de 1909, cuando el Partido Socialista de los Estados Unidos proclamó el "Día Nacional de la Mujer". Sin embargo, fue en 1910, en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague, donde la alemana Clara Zetkin propuso la idea de un día internacional para luchar por los derechos de las mujeres, en particular por el derecho al voto, la mejora de las condiciones laborales y la igualdad de género. Esta propuesta fue adoptada por unanimidad, y el primer Día Internacional de la Mujer se celebró el 19 de marzo de 1911 en varios países europeos.
El 8M, tal como lo conocemos hoy, se consolidó en la década de 1970, después de que las Naciones Unidas lo reconocieran oficialmente en 1977, en un contexto mundial de mayor conciencia sobre los derechos de las mujeres y la igualdad de género.
El 8M Hoy: Un Día de Conciencia Global
Hoy en día, el 8M es una jornada global de protesta y visibilidad que trasciende las fronteras geográficas, sociales y culturales. Cada año, miles de mujeres y aliadas se movilizan en marchas, manifestaciones y acciones colectivas en diferentes partes del mundo, exigiendo derechos fundamentales como la igualdad salarial, el acceso a la salud, la eliminación de la violencia de género, y el derecho a decidir sobre sus propios cuerpos.
El 8M ha evolucionado de ser una conmemoración a convertirse en una poderosa herramienta de activismo social. En muchas ciudades, el Día Internacional de la Mujer se vive con huelgas, paros laborales, y acciones simbólicas, que buscan visibilizar los problemas de las mujeres y presionar a los gobiernos para que tomen medidas efectivas para erradicar la discriminación y la violencia.
Uno de los lemas más significativos que ha cobrado fuerza en los últimos años es el "Ni Una Menos", que denuncia la violencia machista y las feminicidios, y que ha originado movimientos masivos en América Latina y otras partes del mundo. Este lema ha resonado en países como Argentina, México, Chile, y España, entre otros.
La Brecha de Género: Avances y Desafíos Pendientes
Aunque el 8M es un día para celebrar los logros alcanzados por las mujeres, también es un recordatorio de que todavía queda un largo camino por recorrer. A pesar de las luchas históricas, las mujeres siguen enfrentando disparidades significativas en muchos aspectos de la vida cotidiana:
1. Desigualdad salarial
La brecha salarial de género sigue siendo una de las principales desigualdades en el ámbito laboral. Según el Informe Global de la Brecha de Género 2020 del Foro Económico Mundial, las mujeres ganan, de media, solo el 68% de lo que ganan los hombres por trabajos similares. Este fenómeno persiste tanto en sectores públicos como privados, y las mujeres se enfrentan a la falta de representación en posiciones de liderazgo y toma de decisiones.
2. Violencia de género
La violencia contra las mujeres sigue siendo una pandemia global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 3 mujeres en el mundo ha experimentado alguna forma de violencia física o sexual en su vida. Esto incluye feminicidios, violencia doméstica, acoso sexual y trata de personas. Aunque ha habido avances legislativos en muchos países, la implementación efectiva de las leyes y el cambio cultural siguen siendo un desafío.
3. Acceso a la salud y derechos reproductivos
El derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos sigue siendo un tema central en la lucha feminista. En algunos países, el acceso a servicios de salud reproductiva, incluidos los métodos anticonceptivos y el aborto legal, sigue siendo restringido. Las mujeres continúan luchando por el derecho al aborto seguro y legal, especialmente en lugares donde la interrupción voluntaria del embarazo sigue siendo penalizada o estigmatizada.
4. Desigualdad en la representación política
Aunque ha habido un aumento en la participación política de las mujeres, las mujeres siguen estando subrepresentadas en los cargos políticos y en las altas esferas del poder. Según el Parlamento Mundial de las Mujeres, solo el 25,5% de los escaños parlamentarios en el mundo están ocupados por mujeres. La igualdad de representación política es clave para garantizar políticas que aborden las necesidades y los derechos de las mujeres.
El 8M y la Sororidad: La Fuerza de la Unidad
Un concepto central que ha cobrado fuerza en los últimos años es el de la sororidad, que hace referencia a la solidaridad entre mujeres. La sororidad promueve la idea de que, al unirse y apoyarse mutuamente, las mujeres pueden lograr avances significativos en la lucha por sus derechos. El 8M no solo es un día para exigir derechos, sino también un día para recordar que la lucha de las mujeres es colectiva y que la unión de nuestras voces es más poderosa que la sumatoria de las voces individuales.
En este sentido, las redes sociales han jugado un papel fundamental. Movimientos como #MeToo, #TimesUp y #NiUnaMenos se han viralizado a través de plataformas digitales, permitiendo que mujeres de diferentes partes del mundo se conecten y compartan sus experiencias de forma masiva. Esta digitalización de la protesta ha permitido una mayor visibilidad de las demandas feministas, desafiando las normas tradicionales de activismo.
Conclusión: El 8M es Todos los Días
El 8M es una fecha simbólica para reflexionar, celebrar y seguir luchando por los derechos de las mujeres. Sin embargo, la igualdad de género no debe ser una preocupación solo un día al año. Cada día debe ser una oportunidad para cuestionar las estructuras patriarcales, para visibilizar la opresión de género y para trabajar hacia un futuro en el que las mujeres y las niñas tengan las mismas oportunidades, derechos y libertad que los hombres.
En este Día Internacional de la Mujer, recordemos que la lucha continúa y que la igualdad de género es fundamental para lograr una sociedad más justa para todos. Como dijo la activista feminista Audre Lorde: “No estamos liberadas hasta que todas estemos liberadas”.
¡El 8M es un grito de igualdad, justicia y sororidad que resuena en todo el mundo!
Os dejamos un video sobre la importancia de este día y lo que hay tras su lucha.
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