"MUJERCITAS: LA PELÍCULA QUE DEMUESTRA QUE SER MUJER ES MÁS COMPLICADO QUE UN EXAMEN DE MATEMÁTICAS"
“Little Women”: Una historia sobre cuatro hermanas que desafían el “manual de cómo ser una dama”
Si crees que Mujercitas es solo una historia cursi sobre cuatro hermanas que cosen y toman té, piénsalo de nuevo. Esta película es un curso intensivo sobre lo complicado (y a veces frustrante) que ha sido ser mujer a lo largo del tiempo.
Así que, ponte cómoda y acompáñame a conocer a las March, cuatro hermanas con personalidades tan distintas que parecen sacadas de un test de Buzzfeed:
Jo March: La rebelde escritora que NO quiere marido
Si Little Women fuera un cuento de hadas, Jo sería la princesa que se niega a casarse con el príncipe porque está muy ocupada conquistando el mundo (o en su caso, escribiendo historias).
Lo que quiere: Ser escritora, ganar su propio dinero y vivir sin depender de ningún hombre.
El problema: La sociedad del siglo XIX dice que ser mujer y querer independencia es tan raro como ver a un gato bailando salsa.
Momento épico: Su discurso donde dice: "Las mujeres tienen mentes y almas, además de corazones. Y tienen ambición, y talento. Estoy harta de que digan que el amor es lo único para lo que servimos." ¡
Amy March: La pragmática que sabe que la belleza también es poder
Amy es la hermana que entendió rápido las reglas del juego: en esa época, si querías tener una vida cómoda, más te valía casarte con un hombre rico. Pero no la juzguemos tan rápido, porque detrás de su actitud de Mean Girl, hay una mujer que lucha por encontrar un equilibrio entre sus sueños y la dura realidad.
Lo que quiere: Ser artista y vivir en París.
El problema: Si no eres hombre o millonaria, ser artista es más difícil que ganar en el Monopoly sin pelear con tu familia.
Momento épico: Cuando le dice a Laurie: "El matrimonio es una transacción económica. Estoy condenada a ser propiedad de mi marido."
(¿Soy yo o Amy acaba de explicar la economía de 1800 en una sola frase? )
Meg March: La romántica que elige el matrimonio, pero a su manera
Meg es el equivalente de tu amiga que desde los 12 años soñaba con su boda y tenía un tablero de Pinterest con ideas para su vestido. Pero ojo, su historia no es la típica de “chica se casa y vive feliz para siempre”, porque Meg descubre que el amor es bonito... pero no paga las cuentas.
Lo que quiere: Casarse por amor y tener una vida tranquila.
El problema: Su marido es pobre y, sorpresa, la vida sin dinero puede ser MUY difícil.
Momento épico: Cuando Jo le dice que no se case y Meg le responde: "Solo porque mis sueños sean diferentes a los tuyos, no significa que no sean menos importantes."
(Aplausos para Meg, porque feminismo también es respetar las elecciones de cada mujer.)
Beth March: La tierna que nos hace llorar a todos
Beth es la hermana más dulce, la que siempre piensa en los demás antes que en ella misma. Su historia nos recuerda que en el siglo XIX (y muchas veces ahora), las mujeres eran educadas para ser sacrificadas y serviciales.
Lo que quiere: Tocar el piano y que todos sean felices.
El problema: La vida es injusta y su destino es más trágico que el final de Titanic.
Momento épico: Su relación con Jo, que nos rompe el corazón porque nos recuerda la importancia de valorar a quienes amamos mientras están con nosotros.
El GRAN mensaje de la película
Little Women no es solo una historia sobre hermanas; es una carta de amor a todas las mujeres que han luchado por ser dueñas de su propio destino. La película nos dice que:
No todas las mujeres quieren lo mismo, y eso está BIEN.
Casarse puede ser una elección, pero no debe ser la única opción.
Tener talento no siempre significa que el mundo te lo va a reconocer fácilmente.
Las mujeres han estado buscando independencia desde hace siglos, y aún seguimos en eso.
Y el giro final es perfecto: Jo no solo consigue publicar su libro, sino que también lucha por quedarse con los derechos de su historia, algo que en ese tiempo era casi imposible para una mujer.
Conclusión: ¿Por qué ver esta película?
Porque nos recuerda que ser mujer nunca ha sido fácil, pero cada una de nosotras tiene el poder de escribir su propia historia, al igual que Jo March.
Y ahora dime: ¿Eres más Jo, Amy, Meg o Beth?
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